Es frecuente que se confundan cemento pulido y Microcemento. Sin embargo, por los resultados obtenidos y sus aplicaciones tienen poco que ver. El primero es antes que nada un material de agarre. El segundo es un material de decoración con sus propiedades que le dan una gran flexibilidad en el uso.
El microcemento es un revestimiento continuo. Su principal característica es que no precisa de juntas de dilatación.
Es un mortero compuesto por microcemento en polvo y resínas acrílicas, que se mezcla con pigmentos. Tiene un espesor de entre 1mm y 3mm. Se puede aplicar tanto en interiores como exteriores, sobre suelos, paredes y techos.
Existe una amplia gama de colores para el microcemento, que lo convierte en una gran opción para proyectos decorativos.
El cemento pulido es un pavimento de hormigón, que se puede aditivar con endurecedores y pigmentos. Tiene un espesor de 7cm.
A diferencia del microcemento, necesita juntas de dilatación, que debido a la gran resistencia y débil tracción se colocarán cada 4.5m aproximadamente.
La aplicación del cemento pulido es compleja, ya que requiere maquinaria pesada, mucha experiencia y un equipo profesional altamente cualificado.